martes, 6 de mayo de 2014

Científicos prueban el efecto positivo de algunas especies foráneas

Científicos prueban el efecto positivo de algunas especies foráneas. El artículo, publicado en la revista Journal of Animal Ecology, demuestra que las aves foráneas como los zorzales y los mirlos propician la regeneración de los bosques autóctonos en Nueva Zelanda.
El trabajo cuestiona la tesis generalizada de que las especies exóticas tienen un efecto negativo en los ecosistemas, en calidad de invasoras.
Los científicos han contado con la colaboración de expertos de la Universidad de Canterbury (Reino Unido) que durante cuatro meses observaron las aves comiendo frutos carnosos de plantas nativas en los bosques de la Isla Norte y la Isla Sur en Nueva Zelanda.
Los datos obtenidos se analizaron mediante una técnica que representa las interacciones ecológicas entre las aves y las plantas a modo de redes sociales.
Según el estudio, en los bosques donde los mirlos y los zorzales son abundantes, éstos se muestran capaces de comer prácticamente cualquier fruto que encuentran a su disposición.
La mayoría de los árboles de fruto carnoso, que son los dominantes en los bosques neozelandeses, ven diseminadas sus semillas y continúan su ciclo natural de regeneración, a pesar del declive de sus dispersoras nativas.
Sin estas aves foráneas, según los investigadores, muchos de los frutos simplemente caerían al suelo y sus semillas probablemente morirían atacadas por los hongos o los depredadores.



EFEverde

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