21/03/14
Un equipo internacional con
participación del CSIC ha descrito por primera vez cómo una especie de
cuco protege los nidos de su hospedador frente a los depredadores. El
trabajo, publicado por la revista Science, revela aspectos
beneficiosos del parasitismo de cría y describe una relación entre
individuos de diferentes especies que mejora su éxito reproductor.
Los investigadores han estudiado y monitorizado durante 16 años un total de 741 nidos de corneja negra (Corvus corone corone) y han analizado su relación con el cuco o críalo europeo (Clamator glandarius), una especie de parásito de cría (especies que colocan sus huevos en nidos ajenos para que otros se ocupen de su crianza).
Las conclusiones del estudio muestran que la presencia
de un polluelo de cuco en el nido de las cornejas puede ser beneficiosa
para estas, lo que convierte la relación de parasitismo inicial en un
mutualismo del que ambos se aprovechan. Los experimentos de campo han
demostrado que los polluelos de cuco protegen el nido gracias a una
secreción con un olor muy desagradable que producen cuando son agredidos
y que ahuyenta a los depredadores.
Este mecanismo de defensa química contribuye a la
supervivencia de todos los polluelos del nido, tanto los del cuco como
los de la corneja, al mantener alejadas a aves rapaces y mamíferos.
Los análisis químicos han probado que la secreción
desprendida por los polluelos del cuco contiene numerosos compuestos
ácidos y tóxicos que repelen a los depredadores. Esta acción protectora
de los cucos sobre sus hospedadores se prolonga de 16 a 18 días, antes
de que los polluelos abandonen los nidos.
“Las conclusiones del estudio nos permiten ver que la
relación entre un parásito de cría y sus hospedadores es más compleja de
lo que hasta ahora pensábamos, por lo que se abren nuevas vías para
analizar mejor esas interacciones”, explica la doctora Daniela
Canestrari, investigadora de la Universidad de Oviedo y profesora de la
Unidad Mixta de Investigación en Biodiversidad (Universidad de
Oviedo-CSIC), que ha liderado el estudio. Canestrari ha trabajado junto a
Diana Bolopo, José M. Marcos y Vittorio Baglione, de la Universidad de
Valladolid, y con la colaboración de Gregory Röder y Ted C. J. Turlings,
de la Universidad de Neuchâtel (Suiza).
Las ventajas de un nido parasitado
El cuco no expulsa del nido a las crías de su
hospedador, pero compite con ellas por el alimento que los padres llevan
al nido y con frecuencia puede provocar la muerte de algunos de sus
polluelos. En este sentido, el críalo provoca un costo al hospedador, un
rasgo característico de las especies parásitas.
Sin embargo, al analizar los datos recabados durante 16
años en 741 nidos asentados en la localidad de La Sobarriba (León), los
investigadores han comprobado que en años con mucha presión de
depredadores, los nidos parasitados llegan a producir, de media, más
crías de corneja con respecto a los nidos sin parásitos, dado que sufren
menos pérdidas por depredación.
El trabajo de campo también ha analizado cómo afecta la
presencia de un parásito a la tarea de los padres para alimentar a las
crías. Los resultados muestran que un polluelo de cuco supone un
esfuerzo menor comparado con uno de corneja, ya que es más pequeño.
Una estrategia mutuamente beneficiosa
La estrategia reproductiva de muchas especies de cucos
es muy conocida y consiste en poner los huevos en el nido de otra ave
(el hospedador) y dejar que su progenie sea criada por los padres adoptivos.
En muchos casos, cuidar a un cuco supone un coste considerable para el
hospedador porque llegan a expulsar al resto de huevos o polluelos o
monopolizan el alimento, lo que provoca la muerte del resto por
inanición.
Muchas especies han desarrollado estrategias de defensa
contra los parásitos de cría, como la capacidad de reconocer y expulsar
los huevos de otras especies o la defensa del nido contra los parásitos
adultos. Sin embargo, algunas especies de hospedadores, como la
corneja, no poseen ninguna defensa contra los parásitos de cría y por lo
tanto sus nidos pueden ser parasitados con frecuencia.
Esta ausencia de defensas representa un interrogante
para muchos científicos. El nuevo estudio propone que, en el caso de la
corneja negra, la falta de defensas frente al cuco se debe al efecto
beneficioso que el parasitismo de cría puede proporcionar en años de
alta densidad de depredadores.
Daniela Canestrari, Diana Bolopo, Ted C.J. Turlings, Gregory Röder, José M. Marcos, Vittorio Baglione. From parasitism to mutualism: unexpected interactions between a cuckoo and its host. Science. DOI: 10.5061/dryad.j81r0
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